El cantante Cristian Castro dice estar más orgulloso que nunca de sus raíces mexicanas, y bajo la tutela del eximio Vicente Fernández cumple su sueño de presentar el primer disco de rancheras de su trayectoria, con canciones en las que rememora su infancia. Con desbordante sentimiento nos explicó la importancia que representa el álbum ‘El Indomable’ a nivel personal y profesional. “Yo vengo con éste proyecto en la cabeza y obviamente que en mi corazón después del disco 'Azul'. Al primero que llamo para que me de una mano es a Pepe Aguilar, quien me recibe y me ayuda, pero la compañía disquera no estaba lista en ese momento para darme chance de cantar mariachi, entonces pasaron algunos años y yo cada día como que tenía más ganas de hacerlo”, explica acotando que éste amor por las rancheras le viene desde muy chico cuando su madre, la actríz y cantante Verónica Castro, lo envolvió en el mundo artístico. “Yo acompañé a mi mamá a muchos palenques en donde ella cantaba con mariachi, inclusive en algún momento me dijo que yo me dormía allá en su camerino y la verdad que el mariachi en México está en todas partes, en las despedidas, en las bienvenidas, obviamente en los amores, en los desamores, las serenatas, las muertes, los cumpleaños, las bodas, los divorcios. Es una nostalgia romántica, así le quisiera yo llamar al conjunto de canciones que hoy presento”, subrayó el cantante.
México querido
Cristian Castro no siente temor por este evidente cambio de estilo musical, en el que dejó el pop por las rancheras y la ropa moderna por los trajes de charro. Por el contrario, es un motivo que lo llena de orgullo, según nos contó “todos los latinos aunque no sean mexicanos creo que les agrada mucho el torrente que hay en el mariachi, ese desbordamiento de sentimientos que encontramos en esas letras bonitas, por eso sentí una responsabilidad en preservar el mariachi y darle una ventana ya que soy parte de una generación nueva de cantantes románticos”. Además el famoso artista habló de su amor por la patria que lo vió nacer “estoy siendo una ventana para todo ese público que le gusta el pop, esta ventana romántica y nostálgica de mi país al cual yo quiero honrar muchísimo con mis trajes de charro, que me hacen sentir como un mexicano nuevo que ama mucho su país y se siente muy orgulloso”. Tanto que Cristian está padeciendo esa nostalgia que embarga a los inmigrantes en algún momento, considerando incluso la opción de regresar “Hace tiempo que me salí de mi país, me vine a vivir a Estados Unidos y me siento de pronto extrañando muchísimo. Obviamente que me gustaría mucho regresar a México, estoy pensando seriamente en volver. A pesar de que estoy bien cómodo aquí, las mieles que siento en México me hacen muchísima falta”. Esta sensación le viene en parte debido a su grata convivencia en el rancho de Vicente Fernández, donde saboreó los placeres de la vida campestre, según relata “yo me quede ahí en su rancho, Vicente me hizo el favor de tratarme como su familia, me tomó fotos, me mandó a hacer trajes con su sastre, me dió a su productor Pedro Ramírez para que me realizara el disco, y me enseñó a montar a caballo. Me enamoró muchísimo de la vida de rancho, ahora yo quiero un rancho, quiero ser ranchero!!! (risas)”.
México querido
Cristian Castro no siente temor por este evidente cambio de estilo musical, en el que dejó el pop por las rancheras y la ropa moderna por los trajes de charro. Por el contrario, es un motivo que lo llena de orgullo, según nos contó “todos los latinos aunque no sean mexicanos creo que les agrada mucho el torrente que hay en el mariachi, ese desbordamiento de sentimientos que encontramos en esas letras bonitas, por eso sentí una responsabilidad en preservar el mariachi y darle una ventana ya que soy parte de una generación nueva de cantantes románticos”. Además el famoso artista habló de su amor por la patria que lo vió nacer “estoy siendo una ventana para todo ese público que le gusta el pop, esta ventana romántica y nostálgica de mi país al cual yo quiero honrar muchísimo con mis trajes de charro, que me hacen sentir como un mexicano nuevo que ama mucho su país y se siente muy orgulloso”. Tanto que Cristian está padeciendo esa nostalgia que embarga a los inmigrantes en algún momento, considerando incluso la opción de regresar “Hace tiempo que me salí de mi país, me vine a vivir a Estados Unidos y me siento de pronto extrañando muchísimo. Obviamente que me gustaría mucho regresar a México, estoy pensando seriamente en volver. A pesar de que estoy bien cómodo aquí, las mieles que siento en México me hacen muchísima falta”. Esta sensación le viene en parte debido a su grata convivencia en el rancho de Vicente Fernández, donde saboreó los placeres de la vida campestre, según relata “yo me quede ahí en su rancho, Vicente me hizo el favor de tratarme como su familia, me tomó fotos, me mandó a hacer trajes con su sastre, me dió a su productor Pedro Ramírez para que me realizara el disco, y me enseñó a montar a caballo. Me enamoró muchísimo de la vida de rancho, ahora yo quiero un rancho, quiero ser ranchero!!! (risas)”.