Una cruda historia de destrucción y supervivencia, en la que un extraño virus aniquiló buena parte de la población británica. El rodaje plantea cómo se inicia la reconstrucción del país, reuniendo al primer grupo de refugiados. Entre ellos se ubica una familia, en la cual uno de sus miembros porta un terrible secreto: el virus no ha muerto y ahora es más peligroso que nunca. Tal como aseguró el director del film, Juan Carlos Fresnadillo, es una historia llamativa y excitante "siempre los paisajes apocalípticos me fascinan porque creo que detrás de un apocalipsis, de la destrucción, se esconde un renacimiento. Como creador me pareció fascinante, pero mi aportación a todo esto era encontrar un corazón. En este caso mediante una familia con una situación de partida difícil". Otra razón que lo motivó a llevar a cabo ésta cinta fue "investigar la supervivencia de una fuerza tan destructiva como es la rabia frente a una fuerza vital que es todo un montón de gente tratando de reconstruir un país que ha sido destruido. Mostrar la guerra que ocurre entre ellos para contar una historia sobre ese escenario. Es el lugar desde donde se lanza la sangre a la película y en determinado momento esa sangre se convierte en una sangre más peligrosa", aseveró Fresnadillo, oriundo de las Islas Canarias.
Violencia excesiva? Para el director las escenas sangrientas y plagadas de violencia eran absolutamente necesarias para crear cierta sensibilidad en el espectador. "Cuando estaba montando esas secuencias siempre me preguntaba si me estaba pasando, si era una salvajada, pero realmente cuando abordas una película desde esa absoluta entrega a la realidad y a mostrar lo que puede pasar en una situación como esa, tienes que ser consciente de que la trama en determinado momento tiene que tocar algo muy terrible y oscuro". En tal sentido las imágenes podrían impactar y hasta provocar pánico en algunas personas, por presentar situaciones extremas de crueldad y dolor como la del esposo que le arranca despiadadamente los ojos a su mujer. "Eso crea una resonancia que a mí me encanta, pues estamos hartos de ver en los periódicos maridos que maltratan a su mujer, por lo cual una secuencia como esa creo que es una bofetada con sentido porque habla de nuestro tiempo y eso me parece muy interesante. Puede crear un impacto emocional y visual en el espectador que puede servir para algo", explicó el también creador de la película 'Intacto', una historia de corte fantasioso.
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