Luego de prepararse profesionalmente en su natal Venezuela, Griseida sintió que había un universo de oportunidades por explorar y emprendió vuelo a la ciudad de Miami, donde vivió por cerca de cuatro años y formó una compañía productora en la que ganó experiencia en eventos, promociones, representación artística y espectáculos. Allí también tuvo contacto con el periodismo de este lado del mundo, desempeñándose como corresponsal de espectáculos. Fue entonces cuando el talento y la oportunidad se tomaron de la mano, y escogió mudarse a Nueva York, una metrópolis multicultural donde podría hallar historias que enriquecieran su portafolio, además de fortalecer su visión siempre dispuesta a los cambios y las nuevas experiencias.
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